URRESTI: TV BASURA LANZÁNDOSE A LA PRESIDENCIA EN VIENTRE DE ALQUILER
El mensaje de Urresti nunca fue alturado, siempre fue controversial y chabacano, para seguidores de “Esto es Guerra” y de Peluchín. Es TV Basura llevada a la política de alto nivel.
Cuando no se quiere ver las cosas más que con anteojeras, ocurren hechos insólitos como la reciente salida del ex Ministro del Interior, Daniel Urresti, del Gabinete. Su promotor, el desapercibido creador de partiditos vientres de alquiler, Sixtilio Dalmau, ha lanzado una página web hace ya algunos meses para marketear una eventual candidatura presidencial del Ministro twittero, llamando “traidores” a quienes han sido parte del entorno de Urresti hasta hace poco y le dieron trabajo.
Según Dalmau el Gabinete Jara está lleno de “mediocres” que no soportan ver a uno de sus miembros con más de 50% de aprobación mientras todos tienen menos de 20%, incluido el Presidente y la Primera Dama, a quienes llama “Petunia” y “Cosito”.
Pero ¿Quien es Sixtilio Dalmau, hincha acérrimo ahora de Urresti, financista “desinteresado” y su súbdito fiel porque en su FB lo llama “Rey” y “Mariscal”?
En los 90 fue un crítico del fujimorismo. Postuló al CCD sin éxito en 1992 y en 1995 a la Presidencia de la República, con un movimiento llamado Nuevo Perú, llevando en su lista parlamentaria al ex diputado socialista Manuel Benza Pflucker. Dalmau alcanzó 9,999 votos, uno menos que 10,000, lo que configura un estrepitoso fracaso en términos de medición de resultados electorales.
En adelante se dedicó a pelear con traficantes e invasores de terreno en Cieneguilla, y a coleccionar huacos y otras reliquias arqueológicas. Un robo a su vivienda causó la perdida de mas de medio millar de estas piezas, hace un par de años.
Y en el plano político, ¡Oh Sorpresa! inscribió en el 2014 ante la ONPE la Nueva Alianza Democrática Independiente Electoral (NADINE), calificada por todo el mundo como vientre de alquiler cuando se rumoreaba que la Primera Dama podría tentar la Presidencia en el 2016. Al más puro estilo de otros movimientos oportunistas de antaño.
¿Se acuerdan de Pepe Barba y su Cambio Radical que primero puso en la palestra a Toledo (antes de Perú Posible) y luego lanzara a Alex Kouri? Más tarde se alió con Rafael Rey para apoyar a Lourdes Flores, y ahora deambula buscando nuevo cliente. En la época del fujimorismo Absalón Vásquez y Andres Reggiardo se dedicaron a lo mismo, y aún hay algunas de sus criaturas por ahí, hasta con bancadas parlamentarias y ediles. Bueno, algo similar.
Y ahora, a poco de dejar el Gabinete que lo cobijó y que lo hizo conocido, Urresti y su promotor, reniegan de Ollanta y Nadine, y afirman que tienen un proyecto propio. Sin duda, el nacionalismo no sabe mantener sus cuadros. Algo parecido ocurrió con sus ex primeros ministros Salomón Lerner y Oscar Valdez, en otras canteras ahora.
Ahora, dejando de lado a Dalmau y sus veleidades políticas, Urresti será todo lo folclórico y pintoresco que se quiera, pero ha sido, en buen castellano, el brazo represor de este régimen, hay muertos en su haber (desde que era “Capitán Arturo” acusado del asesinato del periodista Hugo Bustíos, hasta el último deceso, en Pichanaki), ha hecho pegar y quitar cámaras a periodistas, se convirtió en provocador permanente de la oposición a la que luego se le llama al diálogo, se le escaparon Orellana y Belaúnde Lossio en sus narices, y la delincuencia sigue paseándose por los distintos rincones del país como Pedro por su casa, mientras él se dedicaba a pelearse con todo el que se le ponía enfrente, en el Twitter.
El mensaje de Urresti nunca fue alturado, siempre fue controversial y chabacano, para seguidores de “Esto es Guerra” y de Peluchín. Es TV Basura llevada a la política de alto nivel. No sorprende que tenga seguidores oportunistas o encandilados con su estilo machista y homofóbico lleno de amenazas de reglaje, pero sí que gente fogueada como PPK le hagan el amén y hasta sostengan que “podría apoyarlo”.
Los fujimoristas y apristas están con los pelos de punta, eso sí. Urresti los arrincona a diario con sus tweets. Pero eso no es política seria, por Dios. Ensalzar a un bufo como él es, según César Hildebrandt, como darle autoridad a “Melcochita”. Y los peruanos ya estamos sufriendo bastantes degradaciones para tener que soportar una más en campaña electoral.